RESEÑA DE `DESDE EL CORAZÓN DEL PADRE´, UN POEMARIO DE ALFONSO J. OLAZ
Alfonso Jesús Olaz ha compuesto Desde el corazón del Padre, un poemario de contenido religioso y cristiano que posee una gran belleza, con una estética cálida y que transmite mucho amor. Además, estos versos manifiestan una mística profunda. El autor, inspirado por la fe, necesita mostrar su vivencia interior del Espíritu Santo, que le impulsa a participar con su bella poesía en la Nueva Evangelización.
Nos asegura que confiar en Jesucristo significa el mayor acierto a que se puede aspirar. Nos invita a que nos dejemos conducir por la Divinidad, con total confianza y con total amor. Nos sugiere que el cristiano se caracteriza por estar contento y rechaza el cristianismo triste y desesperanzado. El servicio a los demás es valorado por Alfonso J. Olaz como uno de los distintivos del cristiano y como el valor más grande de la persona.
En uno de sus poemas, concluye con un aserto que define muy bien su pensamiento: “quien no vive para servir no sirve para vivir”. Ciertamente, este verso debería convertirse con el tiempo en uno de los refranes, proverbios o dichos de la sabiduría popular y del refranero castellano; todos deberíamos repetirlo insistentemente hasta que formase parte de nuestro acervo cultural y espiritual.
Hay que destacar también su aspecto literario, de una poesía bella, que refleja el amor con palabras vivas, con pasión y armonía musical, con calidez, con maestría y talento poético. Al fin y al cabo, además de su contenido espiritual y religioso, es poesía, es literatura, una buena literatura.
Un buen ejemplo de por donde tendría que ir la creación literaria en esta época tan necesitada de un retorno a los valores cristianos que nos hicieron grandes y que marcaron firmemente nuestra cultura, que lamentablemente se va diluyendo en una modernidad plagada de errores y de tópicos malsanos.
Nos asegura que confiar en Jesucristo significa el mayor acierto a que se puede aspirar. Nos invita a que nos dejemos conducir por la Divinidad, con total confianza y con total amor. Nos sugiere que el cristiano se caracteriza por estar contento y rechaza el cristianismo triste y desesperanzado. El servicio a los demás es valorado por Alfonso J. Olaz como uno de los distintivos del cristiano y como el valor más grande de la persona.
En uno de sus poemas, concluye con un aserto que define muy bien su pensamiento: “quien no vive para servir no sirve para vivir”. Ciertamente, este verso debería convertirse con el tiempo en uno de los refranes, proverbios o dichos de la sabiduría popular y del refranero castellano; todos deberíamos repetirlo insistentemente hasta que formase parte de nuestro acervo cultural y espiritual.
Hay que destacar también su aspecto literario, de una poesía bella, que refleja el amor con palabras vivas, con pasión y armonía musical, con calidez, con maestría y talento poético. Al fin y al cabo, además de su contenido espiritual y religioso, es poesía, es literatura, una buena literatura.
Un buen ejemplo de por donde tendría que ir la creación literaria en esta época tan necesitada de un retorno a los valores cristianos que nos hicieron grandes y que marcaron firmemente nuestra cultura, que lamentablemente se va diluyendo en una modernidad plagada de errores y de tópicos malsanos.
Alberto Ibarrola Oyón
Editor, filólogo y escritor
Comentarios
Publicar un comentario